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Un grupo de feligreses de Harrisonburg está ofreciendo traslados gratuitos a los inmigrantes que necesiten acudir a citas legales y médicas. Informa Randi B. Hagi para WMRA.
Aproximadamente una vez al mes, Andy y Frances Sale (él, ministro jubilado, y ella, orientadora escolar retirada) se suben al auto y parten rumbo a Richmond, Sterling, Washington D.C. o Charlottesville. Andy es el conductor y Frances, la navegante.
FRANCES SALE: Algunos de estos lugares son muy difíciles de encontrar, y a veces vamos hasta Washington D.C. a las embajadas. Son lugares muy céntricos y muy, muy concurridos donde es muy difícil aparcar.
En cada uno de estos viajes llevan a un pasajero diferente: un inmigrante del área de Harrisonburg que tiene una cita de control con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), una audiencia en el tribunal de inmigración o una consulta médica ese día. Los Sale son dos de los miembros fundadores de VANITA, que significa Red de Asistencia de Transporte para Inmigrantes del Valle (Valley Area Network Immigrant Transportation Assistance).
ANDY SALE: Estas son personas que hacen trabajos fundamentales para que el país siga adelante… muchos inmigrantes trabajan en la industria avícola y agrícola. Trabajan en almacenes, en la construcción… Así que cualquier cosa que podamos hacer para ayudar a estas personas, a nuestros vecinos, a los inmigrantes de nuestra comunidad, para mí es un paso adelante.
Hace unos siete años, los Sale formaban parte de un grupo de la Iglesia Presbiteriana de la Trinidad que empezó a hablar de convertirse en una "iglesia santuario.” La denominación nacional define esto como la provisión de un espacio santuario para personas con órdenes finales de deportación para refugiarse del ICE (la política anterior de la agencia generalmente impedía a los agentes del ICE llevar a cabo detenciones en escuelas e iglesias). Sin embargo, mientras los feligreses conversaban con organizaciones locales sobre las necesidades de los inmigrantes, identificaron una preocupación más urgente:
ANDY SALE: El traslado de inmigrantes y refugiados a audiencias de ICE fuera de Harrisonburg, principalmente en Manassas… es necesario para mantener un estatus legal.
Como contó anteriormente a WMRA una madre local y trabajadora de una planta avícola de Honduras, durante esa época tenía que presentarse ante ICE cada semana en Manassas, contratando conductores por $100 cada viaje.
Hay servicios de transporte sin fines de lucro y municipales en la zona para otros sectores de la población que los necesitan, como adultos mayores y personas con discapacidad. Sin embargo, no existe nada similar para los inmigrantes. Un informe de 2022 de la Virginia Commonwealth University señala que, aunque los inmigrantes tienen una tasa de participación laboral más alta que los ciudadanos nacidos en EE.UU., una “barrera importante para la integración… es la dificultad de acceder al empleo, oficinas gubernamentales o proveedores de servicios hasta que pueden tener un auto”.
Miembros de tres congregaciones (Trinity Presbyterian, Shalom Mennonite y Community Mennonite) se unieron para formar VANITA. Laurie Miller, de Shalom, fue una de las fundadoras.
LAURIE MILLER: Viví un tiempo en México y Centroamérica.
Él quería ayudar como voluntario, ofreciendo su tiempo y su auto –
MILLER: Al ver las dificultades que atraviesa la gente en Centroamérica, uno entiende por qué muchos buscan venir a este país. Pero cuando llegan, muchas veces no cuentan con lo necesario para salir adelante. Yo suelo hacerme cargo de los traslados más largos. Desde la pandemia, por ejemplo, he llevado personas a Charlottesville, sobre todo al hospital de niños de la Universidad de Virginia.

Hoy tienen unos 20 conductores. Sin embargo, aun así no dan abasto con todas las solicitudes que reciben de las organizaciones comunitarias. Aunque en nuestra región hubo personas detenidas en controles y audiencias de ICE como ocurrió en abril, cuando las cámaras registraron arrestos en la corte del condado de Albemarle, los conductores de VANITA aseguran que, hasta ahora, nunca detuvieron a nadie durante sus traslados. Eso sí, notan que los pasajeros hoy viajan mucho más nerviosos que en años anteriores.
FRANCES SALE: La mayoría del tiempo, simplemente están muy callados… Se nota que están muy nerviosos.
ANDY SALE: Sí, se nota mucho el cambio en su actitud desde que salen hasta que regresan.
VANITA reúne donaciones para los conductores que piden que se les reintegre el gasto de combustible. No obstante, los Sale dijeron que ellos, y la mayoría de los voluntarios, suelen pagar esos gastos de su propio bolsillo.
ANDY SALE: Frances y yo, durante todo nuestro ministerio, siempre nos hemos enfocado en ayudar a “los más pequeños entre nosotros” y en buscar cómo podríamos apoyarlos.
Eso hace referencia al pasaje de la Biblia en el libro de Mateo, donde Jesús dice que quienes dan de comer o de beber, abren sus casas, visten, cuidan en la enfermedad o visitan en la cárcel a “los más pequeños de mis hermanos”, en realidad lo hacen por él mismo. Así es como los Sale ven a quienes transportan.
FRANCES SALE: Todos somos inmigrantes, y esta es una forma de ayudar a hombres, mujeres y familias que realmente la están pasando mal, que quieren lo mejor para los suyos y desean ser ciudadanos. Quieren aportar a este país, y esta es una forma sencilla de sentir que uno también está colaborando.
Cualquiera que esté interesado en aprender más sobre VANITA y su proceso de selección de voluntarios puede ponerse en contacto a través de la página web trinitypresbyterianharrisonburg.org.