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En poco más de dos años, han desaparecido dos docenas de jóvenes guatemaltecos de la zona de Culpeper y sus alrededores. Randi B. Hagi, reportera de WMRA, comparte lo que ha aprendido sobre los casos.
César, un joven de dieciséis años, se fue de la casa del tío en Culpeper con tan solo una pequeña mochila. Ingrid, una adolescente de quince años, llevaba puestos pendientes de aro dorados cuando se marchó la casa de su patrocinador, posiblemente para reunirse con un novio en Texas. Horlandina, de dieciséis años, se fue de la casa de la tía con su bebé de nueve meses y la mayoría de sus pertenencias. Se vio a Edgar, de diecisiete años, por última vez, a pie, camino a la lavandería con un cesto de ropa.
Desde julio del 2021, al menos 24 adolescentes –16 varones y ocho niñas– han sido dados por desaparecidos de Culpeper y sus alrededores. Al parecer solamente se han encontrado dos de ellos. Los otros forman parte de los 85.000 niños no acompañados (por un adulto) que han pasado por la frontera, pero con quienes el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS) de los Estados Unidos ha perdido contacto, según los hallazgos de la investigación sobre trabajo infantil realizada por Hannah Dreier, reportera del New York Times.
De acuerdo a datos oficiales, desde el 2015, la mayoría de los niños que llegan sin acompañante y buscan refugio en los EEUU son de Guatemala. Las organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han reportado que los menores llegan a los EEUU huyendo situaciones de violencia, extrema pobreza, o con el propósito de ganar dinero para ayudar a sus familias que pasan condiciones precarias en sus lugares de origen.
Ubicado al este de las montañas Blue Ridge, el pueblo de Culpeper cuenta con una población que es 17% latina, según datos del censo federal. Una gran numero de estas personas son guatemaltecas, de modo que muchos de ellos podrían ser, potencialmente, patrocinadores de niños que llegan solos, sin acompañantes, ya sea porque son parientes o simplemente por ser también chapines. Según los datos de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, entre octubre del 2020 y junio del 2023, fueron 510 los menores sin acompañantes que fueron ubicados con patrocinadores en el condado de Culpeper.
Las desapariciones de los menores han sido denunciadas, por los patrocinadores, a la policía, pero muchas veces estas denuncias no se hicieron hasta haber transcurrido ya meses de la desaparición, dado que, en algunos casos, los patrocinadores no sabían si es que las agencias policiales debían ser notificadas y saber, o no, el paradero del adolescente.
Lo que se sabe de los adolescentes chapines de Culpeper
Una fuente anónima afirma que muchos de los patrocinadores cuyos adolescentes han desaparecido, han dicho que los jóvenes vinieron a los EEUU para trabajar, y es por esa misma razón que se marcharon de Culpeper. Casi todos son de descendencia maya y hablan una variedad de lenguas, y en su mayoría también hablan español.
De acuerdo a la información brindada por la policía, la edad promedio de los adolescentes desaparecidos es de 16. El menor de los niños que ha ¨huido¨, Fredy, tiene 13 años, de acuerdo al periódico Culpeper Times, aunque una fuente anónima le informó a WMRA que el niño fue encontrado. También se ha situado a otra niña de 17 años, llamada Ofelia, según la información de su ficha policial.
Dicha fuente compartió que no se sospechaba que los adolescentes hayan estado coordinados de alguna manera. La información publicada por la policía muestra que se piensa que seis de las ocho niñas viajaron con o hacia un novio. Se sabe que tres de los muchachos se fueron con un primo o una persona desconocida, pero se piensa que los demás han viajado solos o sus patrocinadores no sabían si iban con alguien o no.
La mitad de los patrocinadores dijo que no sabían adónde querían ir los adolescentes. La otra mitad mencionó una variedad de posibles destinos, y entre todos ellos se nombraron dos veces las cuidad de Houston, el estado de Carolina del Sur, Pennsylvania, y Alabama.
La investigación para este reporte ha sido desafiante dado la cautela de las fuentes de información. Dos agencias policiales de la localidad se negaron a hacer declaraciones acerca de los casos; tampoco asistieron a WMRA a conectarse con los patrocinadores de los adolescentes. La Administración para Niños y Familias, dentro de la cual está la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, no respondió a los múltiples pedidos de información hechos. El coordinador de Refugiados del estado de Virginia, Seyoum Berhe, tampoco respondió a los llamados de la reportera. Los representantes de las escuelas públicas de Culpeper dijeron que no tenían permitido compartir información acerca de sus estudiantes. Los grupos de asistencia legal y defensa a los derechos de los inmigrantes no aceptaron ser entrevistados.
La saga de FOIA – la Ley de Libertad de Información
Para que el gobierno federal simplemente respondiera a una solicitud de acceso a registros por parte de WMRA, hecha el agosto pasado, en concordancia con la Ley de Libertad de Información conocida como FOIA, el abogado de la estación radial tuvo que comunicarse con la Administración para Niños y Familias, el Departamento de Justicia y las oficinas del Senador Tim Kaine. Tras tres meses de haberse hecho la solicitud, la Administración para Niños y Familias dio acuse de recibo. Pero transcurrió todo un año, desde la fecha inicial de solicitud de acceso a registros, y tras repetidos pedidos, hasta que la información fue entregada a WMRA. Después de todo eso, lo recibido no esclareció mucho más la situación.
La reportera solicitó copias de cualquier comunicación entre la Oficina de Reasentamiento de Refugiados de la Administración para Niños y Familias y las agencias de policía de la localidad, que se relacione a "los menores no acompañados quienes fueron asignados a hogares del área de Culpeper, Virginia, y quienes han sido declarados como desaparecidos, en los últimos dos años". La reportera recibió 67 páginas de mensajes de correo electrónico con información repetida, entre agentes de la Administración para Niños y Familias, un coordinador de una sucursal del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (conocido como ICE), y otras autoridades de entidades locales y federales.
Los comunicados entre ellos se centraban en acordar fechas para realizar dos reuniones, en el trascurso del año pasado, para tratar la concientización, educación y divulgación del tema del tráfico humano y la trata de blancas.
En un mensaje de correo electrónico con fecha de abril del 2022, un especialista de la Administración para Niños y Familias le pide a un "agente", cuyo nombre y dirección de correo electrónico fueron tachados, que "por favor brinde una lista con los nombres y número de registro para extranjeros de los nueve ‘UC’ desaparecidos de Culpeper"; las siglas “UC” traducidas al español significan menores no acompañados. Esta es la única vez que se menciona la desaparición de los adolescentes en la cadena de comunicados recibidos.
Interesantemente, en otra copia de ese mensaje incluido en la cadena de emails, parte de esa oración fue eliminada. En una respuesta escrita, la agencia en cuestión le explicó a WMRA que ICE se ampara en una excepción al FOIA para proteger información policial técnica que revelaría procedimientos investigativos. El resto de la información que ha sido eliminada parece ser los nombres y datos de las personas involucradas en las reuniones que buscaban programarse.
¿Qué sacamos de todo esto?
De acuerdo a una investigación del New York Times, los niños posiblemente hayan encontrado trabajo en uno de los muchos sectores que contratan menores, como la industria de la construcción y de procesamiento de alimentos. Algunos estados que los jóvenes mencionaron a sus patrocinadores aparecen en la investigación, como Alabama, donde se han encontrado menores trabajando en plantas de procesamiento de carne, en fábricas de medias y en la instalación de techos.
Aunque todavía están considerados como desaparecidos por sus distritos policiales, algunos de los niños de Culpeper han cumplido los 18 años en el marco de tiempo desde que se fueron de sus casas. Ahora son legalmente adultos, y de ser encontrados, tienen el derecho a trabajar y vivir independientemente de las personas que se les había asignado como patrocinadores y a las que se les había encargado su cuidado. Los otros adolescentes, aunque menores bajo la ley de los EEUU, probablemente estén afrontando responsabilidades propias de la adultez y como extranjeros en este país.